Los héroes del Titicaca

Los héroes del Titicaca

Lunes 22 de noviembre de 2021

fuente: ffnatation.fr

https://www.ffnatation.fr/actualites/eau-libre/heros-du-titicaca

Tras 108 km, once días y casi 54 horas de nadar en agua a 10 °C, remolcando una balsa con la única fuerza de sus brazos a una altitud de 3.800 m, Théo Curin, Malia Metella y Matthieu Witvoet, los tres aventureros del Titicaca Challenge, llegó a la ciudad de Puno (Perú) y realizó el primer cruce del lago de agua dulce más grande de Sudamérica en su extensión. Un viaje histórico, tan difícil, ya que las condiciones meteorológicas eran desfavorables. Historia de un cruce extraordinario.

Durante diez días, se habrán enfrentado a todos los elementos: "No pasó nada como habíamos imaginado" , declaró Anne Bayard, directora del proyecto y agente de Théo Curin, al diario Le Monde el 22 de noviembre.

"Tormentas, granizo, tormentas eléctricas: ¡ tenían condiciones climáticas apocalípticas!" Pasaron una noche entera sin dormir con sus chalecos salvavidas, luego tuvieron que capear una tormenta, donde terminaron con dos pulgadas de hielo en su balsa. “ Si el primer día, las ganas de pelear son palpables, en el segundo, los cambios de ambiente por completo. "El comienzo fue enorme" , entregan los aventureros en su informe diario.  “Nos quejamos con mucha gente que vino a desearnos buena suerte. Una vez que nos fuimos, tuvimos que encontrar la organización de natación adecuada y lidiar con vientos fuertes (18 km/h). “ El segundo día, continúan” , nos levantamos a las 3:30 am para ver si era posible nadar. Negativo. Nuevo intento a las 6.30 am. Luego de una hora de navegación, abandono a causa del clima. Hay tormenta, lluvia, viento a 24 km/h. "

(@Andy Parant)

Al tercer día, las condiciones se deterioraron aún más: “Nos despertamos alrededor de las 10 de la noche, y ahí, sorpresa: nos habíamos desviado dos kilómetros de nuestro punto de anclaje. A lo lejos, frente a nosotros, se avecina la tormenta. La lluvia se convirtió en granizo y el tiempo se congeló en nuestro refugio improvisado. Este lago sagrado nos ha reservado cuatro horas terribles. Ha surgido el miedo y nuestra única arma es quedarnos quietos, hablar entre nosotros para tranquilizarnos. " El cuarto día es de la misma calaña. En el quinto, los aventureros finalmente llegan a la costa oeste del lago. "Aquí estamos cerca de las tierras peruanas, es un paso importante y un gran alivio" ,escriben. Al sexto día, se enfrentan a una nueva tormenta. En el séptimo, el informe que envían es fáctico, impregnado de fatiga. "Otra noche difícil", testifican el octavo. “El viento sopla en la tienda. Imposible dormir y mover la balsa para encontrar mejores condiciones. Estamos solos, tan lejos, al final de nuestras fuerzas y al final de nuestras esperanzas, con la sensación de que este viento infernal, estas horribles tormentas nos condenan. Estamos celebrando un consejo de emergencia para tomar una decisión colectiva. » Unos cuantos mensajes de apoyo finalmente los animarán a continuar su aventura.

(@Andy Parant)

Después de un traje de neopreno roto y un día de descanso mientras esperaban una pausa, los tres aventureros partieron hacia la última sección de su viaje. "No llegamos por conquistar, sino por conquistados", señalan en su comunicación final.“Conquistada por la belleza de este lago, por la benevolencia de sus habitantes y por el apoyo que nos llevó a nuestros límites. Y, sin embargo, el último día fue menos tranquilo de lo que pensamos. El viento se ha levantado: sobrevino una lucha de seis horas. Sobre todo, una lucha con nosotros mismos, gritando silenciosamente de cansancio entre cada ola que nos sumerge. Finalmente, tras un esfuerzo incesante, los barcos de nuestros seres queridos llegan a la distancia como un susurro liberador. Pronto, nos vemos rodeados de botes y, olvidándonos del hambre, el cansancio y la desesperación, navegamos a contracorriente hacia la meta (...) Cuando llega la noche, después de hermosas ceremonias en colores tan alegres como nuestro estado de ánimo, en nuestros cómodos colchones, nuestros ojos se cierran como las cortinas del teatro. Sin embargo, la aventura no ha terminado. La aventura, es como una buena comida: necesitas una fase digestiva antes de empezar una nueva. Ahora, nos queda digerir estas emociones vividas para poder compartirlas mejor contigo y hacerte experimentarlas. "

C.A.